
El BDSM como terapia para mujeres XXL
El BDSM es una práctica sexual que se puso de moda con la trilogía 50 sombras de Grey. Sin embargo, los aficionados a esta práctica ya la llevaban a cabo desde hace muchos años. Se trata de una forma de sentir el sexo basada en la dominación y sumisión, en utilizar el dolor para disfrutar del placer.
Muchos expertos opinan que el BDSM no es para cualquiera, y lo cierto es que tienen mucha razón. Una persona, hombre o mujer, no debería entrar en ese mundillo si no tiene una buena autoestima y sabe realmente a lo que entra.
El BDSM como terapia
Cuando empiezas un juego de BDSM lo primero que tienes que tener en cuenta es que han de primar las palabras (y la esencia) de sano, seguro, consensuado. Es decir, que si una persona no quiere hacer algo, solo tiene que decirlo.
El problema viene en eso, en que una persona, cuando quiere satisfacer a otro, pierde su propios límites solo para que la otra persona esté contenta, pero al final quien acaba dañada es esa persona que lo sufre.
Esto no quiere decir que el BDSM no se pueda utilizar como terapia pero, como ocurre con la medicina, hay “médicos” y MÉDICOS, y en el BDSM hay “amos” y “AMOS”, personas que están especializados y que saben cuando una persona necesita ayuda.
BDSM y mujeres XXL
Desde que el BDSM empezó a ser conocido, salieron muchas novelas en las que algunas mujeres con kilos de más encontraban el amor pero también la autoestima y el amor en ellas mismas. El BDSM puede conseguirlo, por supuesto. De hecho es uno de los beneficios que tiene. Pero hay una salvedad: que la persona dominante sea lo bastante instruida para conseguirlo.
Hoy día los “amos” que hay lo único que quieren es dominar y disfrutar del sexo haciendo que la otra persona se sienta por debajo de él cuando en realidad no es el verdadero BDSM.
Entonces, ¿cómo puede ayudar el BDSM a las mujeres gorditas?
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Puede ayudarla haciendo que quiera su cuerpo y que lo acepte. Porque a veces los defectos que se tienen se hacen demasiado grandes como para ver lo bueno que se tiene.
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Puede ayudarla aumentando su autoestima. Una vez se acepta como es y ve que es atractiva, o que puede provocar una reacción positiva en un hombre, su autoestima sube, dejándola que dé rienda suelta a otras cosas, lanzándose a hacer más.
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Puede ayudarla a ser independiente. Porque aunque parezca que en la dominación y sumisión ha de estar siempre limitada por otra persona, lo cierto es que también ella puede tomar decisiones, a veces mayores que el propio dominante.