
Qué es el BDSM y cómo te puedes iniciar
Dicen que para disfrutar de la sexualidad basta con tener ganas de ello. No sabemos quien haya sido el autor de tal afirmación, pero si sabemos que si bien acierta de alguna manera en su declaración, deja por fuera otros aspectos fundamentales. Pese a que es un tema que todos deberíamos abordar con absoluta normalidad, lastimosamente muchas personas aún lo toman como tabú. Y si hay algo negativo de los tabúes es que no nos permiten disfrutar de ciertas cosas. Aunado a estos tabúes y “restricciones” sociales, están vinculadas una serie de prácticas sexuales que pese a los contratiempos, han tomado relevancia especial recientemente. Una de ellas es el BDSM, del que te contaremos más a continuación.
¿Qué es exactamente el BDSM?
Es un término surgido en Francia, cuyo significado llegó hasta los Estados Unidos hace muchos años para albergar en ambos países el mismo significado: esclavitud o cautiverio. Las siglas “BDSM” responden a las palabras Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Seis elementos de los cuales muchas personas suelen disfrutar a plenitud al momento de mantener relaciones sexuales. Consiste en la “humillación erótica” y aplicar la sumisión y el dolor como una forma de encontrar el placer mutuo. Por ende, las amarras y las mordazas tienen su cuota especial de relevancia y protagonismo.
Vamos, no tengas pena ni tapujos en admitir que (en caso de ser hombre) has fantaseado alguna vez con convertir en tu sumisa, aunque sea por una noche, a una chica que te trae delirando. Y si eres mujer, quizá no te sientas tan identificada con esta práctica, porque no todas las mujeres lo aceptan. Sin embargo, probablemente hayas tenido el impulso de dejarte dominar en la cama por tu chico. Al mejor estilo de las 50 Sombras de Grey, cumpliendo los mismos roles que la sumisa y encantadora Anastasia Steele y el dominante Christian Grey.

¿El BDSM es considerada una práctica sexual?
Aunque muchos alegan que no se trata propiamente de una práctica sexual, la verdad es que se utiliza generalmente con esos fines. También debemos decir que resulta ser una de las más placenteras para llevar a cabo en pareja, siempre y cuando se realice y gestione de la manera correcta. Pero yendo al significado literal de las iniciales, no es una práctica sexual en sí misma, sino seis en una. Acá volvemos a nombrar Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo.
Sin embargo, como la ignorancia y la desinformación están siempre al acecho, muchas personas suelen confundir el verdadero significado de estas iniciales. El error más común, por ejemplo, es el de pensar que el dolor debe ser el único protagonista de la escena sexual cuando se hace uso del BDSM. Y bueno, de cierta forma el dolor estará presente porque se trata de una práctica de sumisión en la que uno de los dos terminará completamente sometido y amarrado a merced del otro. Por ello se recomienda llevar a cabo el BDSM de la manera correcta, para evitar contratiempos y malos ratos.

¿Cómo adentrarse correctamente en el mundo del BDSM?
Lo primero que debes establecer antes de decidir formar parte del BDSM, sea como sumiso o dominante, es la confianza y la relación estrecha con quien lo vayas a ejecutar. No con todo el mundo desarrollarás tu lado más sensual y erótico ¿verdad? Pues ese lema aplica también en este caso. Si no te sientes seguro/a de lo que vas a hacer o la persona que hará el rol de sumiso o dominante no te brinda la confianza suficiente, será mejor que te alejes de ello. Al menos hasta que consigas a alguien que si te motive realmente a hacerlo.
Otro de los aspectos que debes tener en cuenta para adentrarte correctamente en el mundo del BDSM son los límites de cada persona. Independientemente de que vayas a hacer el papel de dominante, los derechos del sumiso valen igual que los tuyos. Así que no quieras propasarte con ello ni tampoco dejes que otros quieran hacerlo contigo.
Vívelo desde el punto de vista placentero
Si lo que quieres es vivir una experiencia diferente en cuanto al sexo, debes enfocarte primero en tratar de disfrutarlo. Entrégate al placer y deja que el mismo se apodere de ti, pero respetando siempre tus límites y los límites de los demás. La intensidad del momento es importante, pero cuando se trata de una “intensidad positiva” que no vulnere tu integridad ni violente tus posibilidades físicas y psicológicas. Y acá volvemos a mencionar otro aspecto previamente establecido, puesto que para cumplir a cabalidad este aspecto, se necesitan altos niveles de confianza y empatía entre ambos participantes.

Presta atención al after care
El concepto de “after care” está relacionado con todo lo que sigue a continuación luego de una intensa y erótica sesión de BDSM. Es decir, es el apartado dedicado a las caricias o simplemente sentarse a hablar sobre la situación y las partes favoritas del encuentro. El after care no tiene un tiempo estimado de duración, puesto que puede tardar unos pocos minutos y extenderse por semanas, incrementando las probabilidades de repetir una sesión.
Utiliza las redes sociales solo si te fías de las mismas
Así como puedes practicar BDSM con tu pareja o alguna persona de confianza vinculada a tu entorno cercano, también puedes buscar parejas a través de las redes sociales. Pero eso sí, recuerda que las redes sociales constituyen una potencial arma de doble filo, en la que corres el riesgo de toparte con cualquier tipo de persona sobre la que no conozcas sus verdaderas intenciones. Para “mayor seguridad”, existen páginas web dedicadas a las citas para practicar BDSM. Allí tendrás la oportunidad de conocer y chatear con personas afines a lo que buscas y necesitas.

El BDSM es una maravillosa práctica y alternativa en juegos sexuales que quizá en algún momento de tu vida decidas llevar a cabo. Lo importante es que sepas cómo iniciarte en la misma y no incurrir en errores que dañen el erotismo del momento. ¿Y tú? ¿Estás listo/a para formar parte del increíble mundo del BDSM?
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