
Así es el orgasmo cervical, algo que seguro no has hecho
Durante las relaciones sexuales, como mujer, puedes acceder a diferentes orgasmos, como los ya conocidos clitorianos y vaginales, aunque existan unos cuantos más. Sin embargo, el que se alza como el orgasmo rey es el cervical. El más completo y el más difícil de alcanzar.
Al orgasmo cervical también se le conoce como orgasmo de cérvix o cérvico-uterino y se dice que es el más duradero, profundo, placentero y potente que puede experimentar una mujer.
Si no estás segura o no lo recuerdas, el cérvix o cuello uterino está ubicado justo donde termina la vagina y comienza el útero. Es una zona que puede entrenarse para que se convierta en una fuente de placer.
¿Cómo funciona el orgasmo de cérvix?
Aunque esta no sea una zona erógena en sí, si se estimula puede generar el orgasmo más potente de la historia de orgasmos femeninos. Esto es debido a un pequeño detalle, sabemos que el clítoris tiene una terminación nerviosa conectada al cerebro, pero el cérvix tiene tres. Tres a uno. No se diga más.
Nos encontramos ante un orgasmo que une cerebro y cuerpo en una explosión de placer de lo más completa.
¿Cómo consigo llegar al orgasmo cervical?
Es cierto que algunas mujeres no llegan a conseguir este orgasmo, pero es imprescindible saber cómo hacerlo. Lo más importante es conocer tu anatomía y vivir tu sexualidad de forma natural.
Es importante seguir unos pasos para evitar que te duela y puedas sentir placer.
Relájate
Para alcanzar cualquier orgasmo es importante que al principio estés relajada, debes conocerte y dejarte llevar por las sensaciones. Si meditas, esto podrá ayudarte a conseguirlo.
Encuentra la zona
Debes localizar tu cérvix y disfrutar con la exploración, para ello tienes que estar atenta a lo que sientes. Localiza el punto y acaricia tu sexo mientras lo haces. Disfruta con naturalidad. ¡Es tu cuerpo!
Puede que en el primer intento no consigas nada y no termines de estar cómoda o no te aclares con lo que tienes que hacer. No te rindas y repite el paso uno. Relájate. Es un proceso que requiere mucho mimo y sobre todo, tiempo
Siente el placer
Lo ideal es estar acostada, relajada, excitada e introducir tu dedo corazón hasta el final de la vagina con un lubricante para evitar daño interno. Seguidamente busca la pared cervical y con mucho cuidado intenta estimularla, acariciando con movimientos circulares o moviendo el dedo de un lado a otro de forma lenta.
Si sientes que no puedes llegar al final de tu vagina, puedes ayudarte con un juguete sexual, hay muchos que están diseñados para alcanzar este Santo Grial de los orgasmos.
Una vez esté estimulada la zona y sientas los inicios del placer, ¡no pares!
Hazte experta
Lo más aconsejable es que tu primer orgasmo cervical te lo provoques tú misma. Una vez te hayas hecho experta, invita y enseña a tu pareja a provocártelo. Muéstrale tu anatomía. Haz que introduzca sus dedos para que conozca la zona. Indícale lo que vas necesitando. Los movimientos que necesitas. La profundidad adecuada.
Una recomendación es que comiencen a explorar los días antes de que tengas el período, porque el cérvix baja ligeramente y resulta más accesible.
El orgasmo cervical es el más completo
Este orgasmo sucede dentro del cuello uterino, el punto central de la mujer. Se trata de una parte del cuerpo súper sensible, por lo que muchas mujeres experimentan dolor, otras se sienten súper felices y es probable que otra sientan ganas de llorar.
Si no has experimentado este tipo de orgasmo, definitivamente te estás perdiendo de un placer maravilloso. ¡Explora tu cuerpo y descubre que reacciones provoca en ti!