Tener fantasías sexuales es normal y frecuente en la gran mayoría de las mujeres jóvenes y adultas por decenas de motivos, a pesar de que muchas de ellas lo niegan o no las expresen de manera pública; desde querer sentir placer hasta imaginar algo que parece imposible puede ser parte de una fantasía sexual.

Las fantasías sexuales que las mujeres creen imposibles de concretar

A pesar de los tiempos en que vivimos, algunas mujeres aún tienen la creencia que algunas fantasías sexuales son simplemente imposibles. Situación que le sucede principalmente a aquellas mujeres que desean desde lo más profundo de su corazón estar a solas con el hombre que les gusta y vivir con él un momento único.

Por ejemplo, estar acostadas en un colchón con el chico soñado y que este las masajee, les bese todo el cuerpo, les toque sus partes genitales y les haga sentir el máximo goce es uno de los actos anhelados por las mujeres.

Sin embargo, muchas de ellas piensan rápidamente de que ese sueño no puede hacerse realidad debido a creencias sobre sí mismas que así lo determinan; “soy fea” o “soy gorda y tengo feo cuerpo, ¿Quién me va a elegir?”, son algunos de los típicos prejuicios.

No obstante y aunque te parezca un simple consuelo o mentira para levantarte el ánimo, hay una gran cantidad de varones que no se fija en el tipo de cuerpo de la mujer a la hora de experimentar momentos de sexo y de placer.

Se trata de cuestiones tales como la capacidad de seducción, excitación y ganas de vivir un tiempo único, entre otras, que van más allá de sentir que eres gorda o flaca, linda o fea y que posees un mejor o peor cuerpo.

Al mismo tiempo, tu autoestima y estado emocional son factores determinantes para que logres eso que crees muy difícil. Ten en cuenta que lo que pienses de ti es, de algún modo, un cartel que posees en tu frente y que el inconsciente del otro lee.

Las fantasías sexuales más comunes de las mujeres

Practicar sexo oral, ser masturbadas, tener sexo con el novio de la amiga, hacer un trío, excitarse mutuamente bajo de la ducha, llegar al orgasmo en un auto o concretar un encuentro íntimo en un lugar romántico son fantasías sexuales de miles de mujeres.

Pero quizás seas de esas tantas chicas que como otras le resultan simples de imaginar en una suerte de realidad virtual o ficticia pero sintiendo que nunca podrás concretarlas ya que tus características físicas te lo impiden.

Sin embargo, has de considerar que el simple hecho de que estos sucesos no se efectúen de la nada y que hay un motivo y contexto que los produce es otra explicación de por qué el peso corporal no es lo único importante.

Si tomas por ejemplo que le hagas una felación a un hombre o que este te masturbe son dos actos que pueden llevarse a cabo luego de entablar una charla en una fiesta o boliche, que son sitios donde seguramente te encontrarás bien vestida y dispuesta.

Siempre y cuando la mirada fija sobre el otro, tus palabras, tu sonrisa, tus gestos y tu deseo interno influirán de forma considerable en la persona que tienes en frente, quien, claro está, también deberá mostrar interés en que ocurra algo más.

Contextos raros o ideales para concretar una fantasía sexual

Es que, por otra parte, que el novio de tu amiga le meta los cuernos contigo, hacer un trío, estar con tu pareja desnudos bajo del agua o pasar un momento distinto en un lugar íntimo es siempre más complejo de concretarse.

Además de tratarse de situaciones extrañas y que no ocurren muy seguido, es claro que debe suceder algo extraño que las produzcan; es decir, si un hombre es infiel a su pareja por estar con su mejor amiga es porque esta presenta algo más que belleza corporal.

Al mismo tiempo, en prácticamente cualquier casa, hotel o lugar cerrado se puede estar mucho más cómodo, seguro y mejor que en un auto, por lo que cuyas razones que llevan a eso son, para un hombre, casi imposibles de justificar con “era muy bella y flaca”.

Decorar un ambiente y que este quede ideal para vivir una noche romántica es la fantasía de muchas mujeres. Un recurso muy utilizado por parejas que celebran su aniversario y que lo quieren vivir como una ocasión muy especial. Una manera de demostrar que te quieren tal y cómo eres, más allá de tus cualidades físicas y visibles. Un sueño muy perseguido tanto por mujeres casadas como por solteras pero para nada imposible.

Por lo general, las mujeres tienden a fantasear luego de que una amiga o persona cercana les contó sobre alguna fantasía vivida con su novio. Algunas más aventureras suelen contar las fantasías vividas con individuo con el que tenía alguna aventura o que simplemente acaban de conocer. Los comentarios sobre las experiencias de una amiga son muchas veces los que despiertan esas fantasías.

Por otra parte, en algunas ocasiones las fantasías sexuales de muchas mujeres son situaciones que desean repetir. Puede haber ocurrido que la experiencia fue tan formidable o única que la nueva fantasía es repetir todo lo vivido anteriormente.

Una misma fantasía es distinta para cada mujer

Ninguna mujer es igual a otra por ello no puedes esperar que todas tengamos las mismas fantasías. Hay dos cosas importantes que debes saber con respecto a esto; la primera es que muchas veces lo que se cuenta no es tan real como parece. La otra persona puede no mencionar ciertos detalles como la complejidad previa que la llevó a lograr su fantasía.

Y, la segunda, es que, cualquiera sea la fantasía vivida, esta es concebida de manera diferente por cada individuo; si para tu amiga fue fantástica, no significa en absoluto que para ti también lo sea, por lo que nunca debes idealizar o envidiar.

Las fantasías sexuales de las mujeres están estrechamente vinculadas con su psicología. Del mismo modo también están vinculadas con su modo de ver o concebir determinadas situaciones y con sus deseos personales. La importancia que poseen las fantasías en las mujeres radica en estas razones.

No todo lo que ocurre en tu vida, bueno o malo se debe a tu peso o la belleza de tu cuerpo. Sin embargo, sentirte feliz contigo misma te llevará a concretar tus deseos, incluso las fantasías sexuales que crees más imposibles.