
Cómo prepararte (física y mentalmente) para el sexo anal
En lo que a relaciones y fantasías sexuales en pareja se refiere, hay una que resalta enormemente por encima de otras: el sexo anal. Es increíble la inmensa cifra de personas alrededor de todo el mundo que ejecutan esta práctica sexual con frecuencia. Lo que antes era visto como un tabú y hasta como una verdadera “cochinada”, hoy en día se ha convertido en un tema habitual. Cuando se habla de sexualidad, bien sea a nivel profesional, en pareja o entre amigos, se hace imposible no mencionar este particular práctica en la cama.
Claro, siguen existiendo cientos de miles de detractores que se abocan única y exclusivamente a buscar los efectos negativos de la misma. Incluso muchos expertos se han dedicado a evaluar y exponer las contrariedades del sexo anal. Y si, realmente existen ciertos elementos adversos que se derivan de cuando no se practica de la manera correcta. Recuerda: todo en exceso es malo. Aún así, no quita que sea una de las actividades sexuales más placenteras para llevar a cabo en pareja, siempre y cuando se cumplan con ciertos consejos y recomendaciones.
¿Deseas saber cuáles son estos lineamientos para hacer del sexo anal una práctica segura y placentera? Acompáñanos.
Primera clave para el sexo anal: concéntrate en el placer y no en el dolor
Lo primero que debes hacer antes de practicar sexo anal es mentalizarte disfrutar de la situación. Si tus pensamientos están centrados en el dolor, inconscientemente tu cuerpo reaccionará a la penetración con muestras de dolor, así no lo quieras. Si eres hombre y estás cuadrando practicarle sexo anal a tu pareja, no estás exento de este factor. Debe primar el placer y el disfrute mutuo en todo momento para que ‘entrar por la puerta de atrás’ no sea una calamidad.

Tómatelo con calma
Si es la primera vez que practicas sexo anal es normal que los nervios se apoderen de ti poco antes de llegar a la intimidad. Aplica la primera recomendación y guárdala en tu mente: más placer y menos dolor. Aunque claro, quizá sea inevitable sentir un poco de dolor, por ello te recomendamos mantener comunicación con tu pareja en todo momento.
Y como consejo general para los hombres que harán eso a sus parejas por primera ocasión: deja que las cosas fluyan y no te apresures. Recuerda que las chicas prestan atención a todo lo que les rodea durante el acto sexual, por lo tanto, debes cuidar que el contexto sea el ideal. No la presiones, deja de hacerlo si te lo pide o si le duele y trátala con cariño en todo momento.
Aunque sea sexo anal el preservativo no puede faltar
Tomando en cuenta que el recto es por donde se desechan las heces de las personas, lo convierte en una zona que contiene muchas bacterias y agentes infecciosos. Lo mejor será utilizar siempre preservativo para que quien vaya a realizar la penetración no se exponga a ninguno de estos componentes dañinos.
Además, sirve también para la persona que está siendo penetrada, evitando contraer una posible infección por parte del otro individuo. Ten en cuenta que las paredes anales son absorbentes, por ende, la sangre y el semen de quien penetra puede entrar en el organismo a través de la mucosa aunque no exista ninguna herida.

No te olvides del lubricante
Contar con el lubricante adecuado facilitará enormemente la penetración vía anal, porque el miembro logrará deslizarse entre la mucosa del recto con mayor facilidad. Aplica ligeras porciones de lubricante sobre el ano, en los dedos y la punta del pene. Cuando se utiliza lubricante, la fricción entre pieles no produce heridas de ningún tipo ni en el recto ni en el pene, por ello es que se recomienda su uso.
Este debe ser hidrosoluble y compatible con el látex del condón para evitar posibles reacciones alérgicas y que se rompa la superficie del condón. Por nada del mundo intentes utilizar vaselina, cremas corporales o aceites naturales, puesto que los componentes químicos de estos productos tienden a irritar y afectar considerablemente la mucosa anal. Incluso hay quienes osan a utilizar mantequilla como “lubricante” para penetrar analmente. Nada que decir contra ellos, está más que claro que algún tornillo se les ha zafado.
Relajar y estimular el esfínter facilita el sexo anal
El sexo anal es para el disfrute mutuo. No es una carrera ni tampoco una competencia de fuerza para lastimar a quien recibe la penetración. La inserción del pene debe llevarse a cabo con tranquilidad, despacio y en intervalos de tiempo. Si eres ‘victimario’ en este caso, sitúa tu miembro sobre el orificio anal e introdúcelo con suavidad para dar chance a la otra persona a relajarse. Busquen una postura que sea ideal para ambos.
Inhalar y exhalar con calma facilita el proceso de relajación corporal sobre los músculos del ano. Expertos afirman que este nivel de relajación lo alcanzan más fácilmente aquellas parejas que ya se conocen lo suficiente y tienen altos niveles de confianza como para llevar a cabo una práctica de este tipo.

Tip agregado
Lava muy bien la zona antes del encuentro sexual. Hay quienes se hacen enemas de limpieza para que el ano esté totalmente pulcro durante el coito. De esta forma estarás evitando sufrir algún accidente que sobra nombrar porque sabemos a cual nos referimos.
No tengas miedo a decir que NO
Si la penetración se vuelve sumamente dolorosa e insoportable, no sigas. No te olvides de la primera recomendación: debe primar el placer entre ambos. No intenten hacer movimientos bruscos, puesto que el grosor del pene podría desgarrar el músculo anal. Si el recto se contrae estando el miembro adentro, esperan a que se vuelva a relajar para sacarlo. Si se intenta antes de eso podría causarle lesiones a ambos.

¿Ya te sientes listo/a para practicar sexo anal junto a tu pareja? Te aseguro que si lo haces de la manera correcta será tan placentero que quedarán con ganas de repetirlo una y otra vez.
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