
Postura del perrito: 3 problemas y sus soluciones en personas XXL
Una de las posturas que más gusta a los hombres es la postura del perrito , es decir, aquella en la que las mujeres nos quedamos a cuatro patas y los hombres penetran por detrás. El problema es que se trata de una penetración profunda y, a veces, puede dar problemas.
Los problemas y soluciones de la postura del perrito
Cuando además de los problemas que puede tener la posición del perrito le añadimos que haya kilos de más, ya sea de uno o de otro, puede no ser una postura que se disfrute demasiado. Así, hoy queremos comentar contigo algunos de los problemas que tiene la postura del perrito (y sus soluciones).
Las rodillas duelen
Cuando estás mucho tiempo soportando tu peso, sobre todo si pesas más, las rodillas, así como las palmas de tus manos te van a doler bastante y llegará un momento en que no disfrutes. Para solucionarlo, te recomendamos dos cosas:
Por un lado, que las palmas las vayas alternando con los codos. Además, si bajas un poco tu tronco tendrás más posibilidades de que tu pareja llegue y roce el punto G con lo que disfrutarás más y alcanzarás el orgasmo antes. Por otro lado, en la zona de las rodillas deberías colocar algunos cojines bien mullidos para que no te duela tanto.
También deberías pedirle que no empuje demasiado, porque eso puede desestabilizarte si lo hace.
Los pechos cuelgan
Uno de los problemas cuando tienes kilos de más es que los pechos pueden colgar lo que, con las embestidas, provoca que se muevan y hagan ruidos feos. Eso tiene una solución sencilla, o bien colocas un sujetador o algo similar, o le pides que no se olvide de que tienes dos pechos y que puede acariciarlos de vez en cuando.
Bajar la intensidad de las embestidas es otra opción muy positiva en estos casos.
La barriga choca
En el caso de un hombre gordito, la barriga puede impedirle llegar hasta el final y que la penetración no sea tan profunda como se quiere. Si es el caso, basta con que la mujer baje un poco más (por ejemplo que se ponga a cuatro patas pero abra más las piernas bajando un poco la altura). De esa manera la barriga se salva y puedes penetrar aunque después no puedas acariciar tan bien el culete de tu pareja, hay otras zonas que requerirán tu atención (como su clítoris o los pechos).